24 noviembre 2010

Adviento: Introducción

El adviento marca el inicio del año litúrgico cristiano. Es el período de preparación para celebrar el nacimiento de Jesús y renovar las esperanzas en la segunda venida de Cristo Jesús. (Liturgia: forma en que se llevan a cabo las ceremonias religiosas.)
Tiene una duración de cuatro semanas. Este año, comienza el domingo 28 de noviembre del 2010, y se prolonga hasta la tarde del 24 de diciembre, en que comienza propiamente el tiempo de Navidad.
La primera semana de adviento está centrada en la venida del Señor al final de los tiempos. La liturgia nos invita a estar en vela, manteniendo una especial actitud de perdó y conversión.
La segunda semana nos invita, por medio del Bautista a «preparar los caminos del Señor»;  a mantener una actitud de permanente conversión durante toda la vida.
La tercera semana preanuncia ya la alegría mesiánica, pues ya está cada vez más cerca el día de la venida del Señor.
La cuarta semana ya nos habla del advenimiento del Hijo de Dios al mundo. María es figura, central, y su espera es modelo y estímulo de nuestra espera.
El color de los ornamentos del altar y la vestidura del sacerdote es el morado, igual que en Cuaresma, que simboliza austeridad y penitencia.

Son cuatro los temas que se presentan durante el Adviento:
I Domingo
La vigilancia en espera de la venida del Señor. "Velen y estén preparados, que no saben cuándo llegará el momento". Es importante que, como familia nos hagamos un propósito que nos permita avanzar en el camino hacia la Navidad; revisando nuestras relaciones familiares. Como resultado deberemos buscar el perdón de quienes hemos ofendido y darlo a quienes nos hayan ofendido para comenzar el Adviento viviendo en un ambiente de armonía y amor familiar. Esto deberá ser extensivo también a los demás grupos de personas con los que nos relacionamos diariamente, como la escuela, el trabajo, los vecinos, etc.

Esta semana, en familia encenderemos la primera vela de la Corona de Adviento, color morada, como signo de vigilancia y deseos de conversión.
II Domingo
La conversión, nota predominante de la predicación de Juan Bautista. Nos invita a reflexionar con la exhortación del profeta Juan Bautista: "Preparen el camino, Jesús llega".  El propósito es buscar la reconciliación con Dios.

En la semana anterior nos habremos reconciliado con las personas que nos rodean, ahora tenemos que acercarnos más a Dios, el primer paso debe ser acudir al Sacramento de la Reconciliación que no es otra cosa sino la Confesión o el reconocimiento de nuestros pecados, porque este acto es el único que nos hace abrir los ojos y ver las cosas en las que estamos mal, para tomarlos como punto de partida y corregir nuestra actitud.
Encenderemos la segunda vela morada de la Corona de Adviento, como signo del proceso de conversión que estamos viviendo.
III Domingo
El testimonio, recuerda la figura de María, que se prepara para ser la Madre de Jesús y que además está dispuesta a ayudar y servir a quien la necesita. El evangelio nos relata la visita de la Virgen a su prima Isabel y nos invita a repetir como ella: "Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme?.
Debemos fomentar la devoción a María, rezando el Rosario en familia.
Encendemos como signo de espera gozosa, la tercera vela, color rosa, de la Corona de Adviento.
IV Domingo
El anuncio del nacimiento de Jesús hecho a José y a María. Las lecturas bíblicas y la predicación, dirigen su mirada a la disposición de la Virgen María, ante el anuncio del nacimiento de su Hijo y nos invitan a "Aprender de María y aceptar a Cristo que es la Luz del Mundo".
Como ya está tan próxima la Navidad, nos hemos reconciliado con Dios y con nuestros hermanos; ahora nos queda solamente esperar la gran fiesta. Como familia debemos vivir la armonía, la fraternidad y la alegría que ésta cercana celebración representa. Todos los preparativos para la fiesta debieran vivirse en este ambiente, con el firme propósito de aceptar a Jesús en los corazones, las familias y las comunidades.
Encendemos la cuarta vela color morada, de la Corona de Adviento
(Del primer Domingo de Adviento al 24 de diciembre).
Esta venida de Cristo, anunciada ya por los Profetas y a que el Pueblo de Dios aspira, es una venida de misericordia y una venida de justicia, en que aparecerá rodeado de gloria y majestad al fin del mundo, como Juez y supremo Remunerador de los hombres. Los Videntes del A. Testamento no separaron estos dos advientos. Por lo demás, ¿estos dos sucesos no tienen un mismo fin?
 “Si el Hijo de Dios se ha bajado hasta nosotros haciéndose hombre (1er advenimiento), ha sido precisamente para hacernos subir hasta su Padre” introduciéndonos en su reino celestial (2do advenimiento).

Texto-resumen basado en la transcripción de José Gálvez Krüger
Tomado de: Dom Gaspar Lefèbvre O.S.B, de la Abadía de S. Andrés
(Brujas, Bélgica)
Misal Diario
Desclée De Brouwer y Cia, Brujas, Bélgica

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